A diferencia de lo que piensan la mayoría de los inversores, el próximo paso del Banco de Inglaterra será una relajación de la política monetaria
El próximo 7 de septiembre vencen 38.000 millones de libras esterlinas en bonos soberanos británicos (gilt 2015 al 4,75%). El Banco de Inglaterra (BoE) posee algo menos de la mitad de esta emisión, que adquirió en el marco de su programa de expansión cuantitativa (QE). De momento, el BoE ha indicado estar dispuesto a mantener el tamaño del programa en 375.000 millones de libras, con lo que tras vencer el bono 2015, la entidad tendrá alrededor de 17.000 millones para invertir nuevamente en el mercado de deuda soberana británica.
En mi opinión, esto equivale a una relajación de la política monetaria. El motivo es que la duración media de las posiciones de gilts del BoE aumentará, por lo que la reinversión de 17.000 millones de libras tendrá un mayor efecto (a la baja) sobre las rentabilidades (TIR) de la deuda soberana británica que hoy en día.
El BoE ha optado por la claridad, estableciendo varias reglas sobre cómo ejecutar este tipo de reinversiones. Para empezar, la liquidez disponible se invertirá a partes iguales (de 5.600 millones) en tres tramos de vencimiento: de 3 a 7 años, de 7 a 15 años y más de 15 años. En segundo lugar, el BoE ha declarado que no comprará más del 70% de una emisión individual de deuda.
En igualdad del resto de circunstancias, una entrada de 17.000 millones de libras en el mercado de deuda gubernamental británica ejercerá claramente una presión a la baja sobre las TIR a lo largo de toda la curva, y eso sin tener en cuenta los otros 21.000 millones para los que los inversores particulares deberán encontrar un nuevo destino. Al haber menos bonos con vencimientos de 7 a 15 años que en los tramos a corto o a largo plazo, creo que la reinversión debería tener un efecto desproporcionadamente positivo en esta parte de la curva de tipos.
Como es natural, los bonos individuales que comprará el banco –y cuyas TIR sufrirán la mayor caída– están suscitando cierto debate en el mercado de gilts. Si nos concentramos en dicho tramo de vencimiento, podemos ver que el banco posee una parte considerable del bono 2027 al 4,25%, pero un porcentaje muy bajo (o nulo) de algunos de las demás emisiones en circulación.
Mi opinión es que los gilts en los que el BoE ya tiene una posición bastante sustancial (superior al 60%) pero todavía alejada de su techo del 70% serán probablemente los que más se beneficien (como por ejemplo los bonos 2025 al 5% y 2028 al 6%). De cara a las próximas semanas, los inversores en deuda soberana británica podrían beneficiarse de esta dinámica técnica elevando su duración y concentrándose en la parte intermedia de la curva de tipos.
El valor de las inversiones fluctuará, por lo que el precio de los fondos puede subir o bajar, y es posible que no recupere la inversión inicial. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.
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