Dos grandes cuestiones: recesión e inflación – Parte 2
Como continuación al post sobre la recesión, dijimos que hablaríamos de la inflación: esta es la gran diferencia del ciclo económico en esta ocasión, como se muestra en el siguiente gráfico.
Ya hemos hablado anteriormente del funcionamiento del helicóptero del dinero. Los bancos centrales están tratando ahora de devolver el crecimiento de la oferta monetaria a niveles más normales y eliminar el excedente monetario actual mediante el endurecimiento cuantitativo. Los bancos centrales cuentan con tres opciones políticas para aplicar si deciden limpiar esta avalancha de liquidez.
En primer lugar, podrían dejar simplemente que «se secara al sol». Esto implicaría aceptar la inflación que han provocado y esperar que no haya efectos secundarios inflacionarios que se incorporen a la economía, principalmente por los cambios en las expectativas de inflación. Esta política moderada supondría no alterar la masa monetaria y dejar sencillamente que el impulso de la política anterior se extinga.
En segundo lugar, podrían absorber la liquidez mediante un cierto endurecimiento cuantitativo que permitiera controlar la inflación futura a mayor ritmo.
En tercer lugar, podrían aplicar una política ciclónica de rápido endurecimiento, succionando todo el dinero que se atrevan a sacar de la economía. La inflación se desplomaría rápidamente, pero con este enfoque explosivo se correría el riesgo de dañar la economía en general.
Es probable que los bancos centrales opten por una vía intermedia entre la primera y la segunda opción. Esto implica que la inflación persistirá, pero luego caerá con el retraso monetario habitual, igual que se disparó con el retraso monetario usual. Por tanto, es probable que la inflación sea pasajera, pero la definición del periodo «pasajero» está en manos de los propios bancos centrales.
El debate actual sobre la inflación gira se basa en las limitaciones de la oferta de bienes y servicios. Tal vez el debate debería girar más en torno a las limitaciones de la oferta de dinero que se aplican para reducir la inflación. Los bancos centrales pueden devolver la inflación al objetivo, pero todo depende de la rapidez con la que decidan hacerlo.
El valor de las inversiones fluctuará, por lo que el precio de los fondos puede subir o bajar, y es posible que no recupere la inversión inicial. Las rentabilidades pasadas no son un indicativo de las rentabilidades futuras.